MÉXICO EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS

MÉXICO SIEMPRE PRESENTE EN JUEGOS OLÍMPICOS
Texto: Diego Miranda y Alfredo Blasquez
Foto: Mexsport

México ha estado presente en Juegos Olímpicos con la esperanza de sus atletas y el corazón de todos los mexicanos.

Hoy en día nos encontramos por primera vez en la Historia ante la versión china de los Juegos Olímpicos, y en consecuencia, los resultados deportivos y culturales de dicho evento son, en muchos sentidos, impredecibles. Las medallas se ven muy lejanas, salvo por algunas contadas esperanzas; aunque nuestro país sigue presente, como siempre, y los deportistas aztecas tratan de dar su mejor esfuerzo a pesar del escaso apoyo de las autoridades deportivas del país.

El no tan notable desempeño en Juegos Olímpicos es un reflejo de nuestro nivel de vida, así como del nivel socioeconómico y la escasa cultura deportiva que hay en nuestro país. Los números hablan por si solos: México ocupa el lugar 59 en el mundo de acuerdo a Producto Interno Bruto Per Cápita; y casualmente, ocupamos la misma plaza en el medallero en las Olimpiadas de Atenas 2004, cuando se ganaron tres platas y un bronce.

Desde la primera vez que los mexicanos participamos en los Juegos Olímpicos (1932), sólo hemos ganado 51 medallas olímpicas, (10 de oro, 18 de plata y 23 de bronce), una medalla de oro más que el atleta norteamericano, Carl Lewis en cuatro ediciones de los Juegos. No hay que olvidar que hay casos de individualidades excepcionales, aunque el trabajo en equipo deja mucho que desear, ya que de todas las medallas tan solo dos pertenecen a deportes en conjunto. A nuestros atletas a veces no les llegan sus instrumentos de competencia como la bicicleta a Belem Guerrero o los shorts que aprietan y lastiman a la hora de correr como en el caso de Ana Gabriela Guevara; ¿por qué tratamos así a nuestros deportistas?

Desde cierto punto de vista, es posible augurar que de los 302 eventos y 28 deportes que entran en los Juegos Olímpicos de Beijing, China, los deportistas mexicanos tienen la difícil tarea de conseguir (por lo menos) una o dos preseas olímpicas.

Cada vez que se acercan los Juegos Olímpicos crecen las expectativas en cuanto a la actuación de la delegación mexicana. Los pronósticos generalmente son altos pero, lamentablemente, los resultados son bajos. Ya sea por fallas propias o de terceros, pero las delegaciones mexicanas han decepcionado al País a través de la historia de sus participaciones en los Juegos Olímpicos, sin demeritar con ello tantas otras memorables estampas de gloria que han proporcionado a lo largo de los años.

Según una encuesta publicada en Internet: (www.selecciones.com.mx) el 61% de las personas opinan que el fracaso olímpico de México es el resultado de el escaso apoyo por parte del gobierno y las instituciones, el 31% opina que se debe a la falta de espíritu competitivo, constancia y mentalidad triunfadora y el 8% se lo atribuye al poco interés de los mexicanos por la práctica sistemática del deporte. Las causas pueden ser muchas: excesos de confianza, pánico escénico, falta de preparación, inmadurez deportiva y descalificaciones por técnica competitiva deficiente, o por apreciaciones de los jueces. Todos los países que logran buenos desempeños en las competencias deportivas dedican recursos —gubernamentales o privados. Las soluciones también implican a dirigentes deportivos, empresas patrocinadoras, medios de comunicación, educadores, padres de familia, etc., para que entre todos se trabaje en beneficio del deporte mexicano